Por José Granados Fernández
Twitter: @JoseGranadosF

Ciento cuarenta personas trabajando sin contratos y sin seguridad social en medio de una pandemia; amenazas de azuzar a deudores peligrosos que “no son ningunas peritas en dulce y están cobrando” y altercados verbales que en cualquier momento pueden terminar en agresiones físicas.

Este es el peligroso ambiente que se vive hoy en el Hospital de Malambo donde, en medio de la puja por el poder administrativo y financiero, violan normas legales para satisfacer compromisos políticos y de otras índoles.

El pasado 4 de junio, el alcalde Rumenigge Monsalve, tras romper relaciones con su mentor político el senador Laureano Acuña, aceptó una supuesta renuncia que había presentado la gerente Eimy Liz Camargo Molina y encargó a Hegel Buelvas.

Emisora Atlántico y Zona Cero.com, con apoyo del colega Alex Miranda, establecieron que las anomalías comenzaron a destaparse por mensajes de voz que el gerente Buelvas y el subdirector Administrativo y Financiero, Nayid Reguillo, enviaron al contador Ricardo Torres reclamándole la no expedición de los Certificados de Disponibilidad Presupuestal -CDP- que necesitan para legalizar los contratos del personal que en agosto pusieron a trabajar sin ningún tipo de garantía salarial ni prestacional.

En uno de los mensajes, Buelvas le expresa a Torres su molestia porque en 40 días no estuvieron listos los CDP y ahora no tiene cómo justificar los pagos del personal que el mes pasado contrató.

En síntesis, Buelvas acepta que no hay hecho muchos contratos por la no expedición de los CDP; le dice que es “gravísimo” si se gastaron el presupuesto para contratar personal y ahora no tiene cómo pagar, y dice que él buscará cómo “encarar” a la gente que no le han pagado porque él sabe que no puede hacer contratos sin los CDP. “Yo no soy loco”, expresa

“No es loco, pero todo indica que el gerente encargado sí es un violador de normas legales”, expresó una fuente consultada y preguntó: ¿si no había dinero para contratar al personal y sabía que eran necesarios los CDP para hacerlo, por qué Buelvas puso a trabajar a médicos, paramédicos y empleados administrativos?

Otros reclamos, también por mensajes de voz, los recibió el Contador de parte del subdirector Administrativo y Financiero, Nayid Reguillo, quien le dice inicialmente, con voz conciliadora, que se “ponga la mano en el corazón” y saque los CDP.

El fallo al que se refiere Reguillo es el que, a finales de agosto, expidió el Juez Primero Civil del Circuito de Soledad. Al fallar una tutela, le ordenó al alcalde Rumenigge Monsalve restituir en la gerencia a Eimy Liz Camargo, orden que no ha cumplido todavía.

“Como regresa la gerente, quienes estuvieron entre junio y agosto al frente del hospital están corriendo para tapar no sólo este tema delicado de los contratos sin CDP, sino otros asuntos como el de recursos que, presuntamente, estaban en bancos; una suma cercana a los 1.000 millones de pesos”, expresó otra fuente consultada sobre el manejo administrativo y financiero del centro asistencial.

La situación es tan tensa que la semana pasada varios contratistas que tienen embolatados su mensualidad esperaron al contador Ricardo Torres en la entrada del hospital y lo increparon exigiéndole que les paguen. El funcionario tuvo que ser protegido por compañeros del área jurídica para evitar una agresión.

Como si no fuera ilegal haber contratado 140 personas sin reserva presupuestal, Emisora Atlántico y Zona Cero.com conocieron un segundo mensaje de voz, inquietante por demás, en el que el subdirector Reguillo le dice a Torres que comenzará a “lavarse las manos” ante la falta de pago y le lanza una seria advertencia sobre unos peligrosos personajes que reclaman $21 millones.

¿Qué clase de contrato, acuerdo o negociación hicieron el gerente Buelvas y el subdirector Reguillo, nombrados por el alcalde Rumenigge Monsalve, con esos peligrosos cobradores? ¿Quiénes son esas personas? ¿Qué actividad llevaron a cabo para pretender pagarles la millonaria suma de dinero?